¿Es posible despertarse y mirarte? ¿tenerte cerca?, susurrando en la noche y en el día, respirando de manera acompasada, cumpliendo los ciclos, siendo ciclo... casi ni puedo imaginarlo...
¿cómo voy a recordar mi origen? ¿como voy a respetarte? nos arrancaron de ti...
Hubo un tiempo en el que eran más los que dormían en tu regazo, en la curva de la tierra...
Pero hoy... hoy no es así...
Recorrimos kilómetros buscándote y al fin encontramos una parte de ti, escondida, aún virgen de la mano humana... de nuestra mano misma... no podía creerte, estas viva y apenas se de ti... siento que formo parte de tus entrañas y hay algo que me lleva a querer vivir a tu lado, necesitar vivir a tu lado... pero no te conozco, no se como tratarte... en algún momento el eslabón se rompió y cada vez somos más los forasteros en nuestro propio habitat.
Quisiera arrodillarme a tus pies, preguntarte.. ¿que hacer? pero las respuestas son interrumpidas de manera ininterrumpida por los ruidos mecánicos del asesinato contínuo...
En esos días dónde te tuve delante, y te pregunté, y te escuché... tu voz hecha susurro de río me hablaba en clave, no es posible que vuelva a separarme de ti, que vuelva a perderme perdiéndote...
Si no te conozco como hablar de ti... quizás habría que escuchar a las sabías que son como tus matronas, volcando sobre el mundo los milagrosos frutos de tu parto contínuo...
Si no estás en los aledaños ¿cómo encontrarte y estar a tu lado? Tendremos que abrir más los ojos, quedan reductos de ti en todos lados, pero son reductos semi enfermos que se afanan porque los miremos y no solo los veámos...
Te siento lejos y a voz en grito, un grito desesperado que dice basta y que nadie escucha...
Hay señales pero son ignoradas, pocos entienden que el mayor de los seres vivos se está muriendo... o quizás esté mutando...
¿cuánto daño te seguiremos haciendo madre?
¿cómo voy a recordar mi origen? ¿como voy a respetarte? nos arrancaron de ti...
Hubo un tiempo en el que eran más los que dormían en tu regazo, en la curva de la tierra...
Pero hoy... hoy no es así...
Recorrimos kilómetros buscándote y al fin encontramos una parte de ti, escondida, aún virgen de la mano humana... de nuestra mano misma... no podía creerte, estas viva y apenas se de ti... siento que formo parte de tus entrañas y hay algo que me lleva a querer vivir a tu lado, necesitar vivir a tu lado... pero no te conozco, no se como tratarte... en algún momento el eslabón se rompió y cada vez somos más los forasteros en nuestro propio habitat.
Quisiera arrodillarme a tus pies, preguntarte.. ¿que hacer? pero las respuestas son interrumpidas de manera ininterrumpida por los ruidos mecánicos del asesinato contínuo...
En esos días dónde te tuve delante, y te pregunté, y te escuché... tu voz hecha susurro de río me hablaba en clave, no es posible que vuelva a separarme de ti, que vuelva a perderme perdiéndote...
Si no te conozco como hablar de ti... quizás habría que escuchar a las sabías que son como tus matronas, volcando sobre el mundo los milagrosos frutos de tu parto contínuo...
Si no estás en los aledaños ¿cómo encontrarte y estar a tu lado? Tendremos que abrir más los ojos, quedan reductos de ti en todos lados, pero son reductos semi enfermos que se afanan porque los miremos y no solo los veámos...
Te siento lejos y a voz en grito, un grito desesperado que dice basta y que nadie escucha...
Hay señales pero son ignoradas, pocos entienden que el mayor de los seres vivos se está muriendo... o quizás esté mutando...
¿cuánto daño te seguiremos haciendo madre?
Levantate y mira la montaña... de dónde viene el viento, el sol y el agua... (Victor Jara, Plegaria a un labrador) Esto es... añoranza en el corazón de los huérfanos de la Mama Pacha .
Levantate y mira la montaña...
de dónde viene el viento, el sol y el agua... (Victor Jara, Plegaria a un labrador)
No hay comentarios:
Publicar un comentario