viernes, 26 de agosto de 2011

La maraña

A veces, casi siempre, de manera contínua, sin pausa, casi sin opción... no queda otra que alucinar, quedarse patidifuso, anonadado, pasmado ante tal dosis de realidad, pura y dura, tan real que suelo dudar si es todo un sueño, más bien una pesadilla o una broma absurda en la que una pequeña parte de la población se ha confabulado para reírse del resto del mundo.

Pero cuándo llegará el momento en el que alguien diga... ¿os lo habíais creído..?

Lo espero con ganas, pero no llega y se que no va a llegar, por que no es un chiste, ni una broma, ni tiene gracia el que seamos marionetas, esclavos, monigotes, mercancía, suministros, recursos, consumidores, clientes...
¿quién nos escucha? ¿para quién contamos? ¿de que nos sirve un estado que no cuenta con nosotros?
¿quién gobierna? ¿para quién gobierna?

Solo hay que observar, atentos, pararnos un momento, escuchar sus discursos, sus respuestas, sus imposiciones y reglas... para darnos cuenta de que no somos nada ni nadie para este sistema.

¿Hasta cuándo dejaremos que el silencio sea nuestro aliado? ¿cuándo alzaremos la voz de manera definitiva?
Basta ya.... más del 80 % de la población sometida a los deseos de los mercados y el capital...
¿hasta cuándo?

Esto es... de coña.

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