viernes, 30 de diciembre de 2011

No lo compres que yo lo tengo.

 Y es verdad que en todo este pesimismo surgido de una cruda realidad hay semillas dispersas que nos demuestran la esperanza...


Muchas de las reflexiones hechas aquí giran en torno al sistema de consumo. El documental Comprar, tirar comprar: obsolescencia programada nos muestra muy bien otro de los factores fundamentales para que el consumo sea permanente y siempre creciente. La caducidad de los productos y el habitual hecho de que cueste menos comprar algo nuevo que reparar lo estropeado, nos sumerge en un circuito sin fin de consumo y derroche de los recursos naturales. Todo esto tiene que ver con el control de la oferta y la demanda por parte de las grandes empresas, que siguen viendo cualquier bien (material o inmaterial) como una mercancía.

Pero recordemos que no está todo perdido y que no podemos perderlo. En los últimos años y debido también a la dificultad de mantener un nivel de gastos superior al de ingresos, han ido surgiendo múltiples experiencias que tienen que ver con sistemas y circuitos alternativos de consumo y producción. Estas experiencias, que no son nuevas de ahora y que además guardan una estrecha relación con las formas de relacionarse comercialmente de manera tradicional e historica, están en auge y es sorprendente ver como cada vez se multiplican más, en diferentes entonos, ideas y buenas prácticas que tienen que ver con el consumo y la producción.

Tenemos la parte teórica del asunto: decrecimiento, soberanía alimentaria, economía social...


Y tenemos la parte práctica: huertos familiares y urbanos, cada vez más habituales, sistemas de intercambio, mercadillos trueque, bancos del tiempo, creación de moneda social, reparación, reciclaje de basura para la creación de moviliario urbano e instrumentos musicales, grupos de consumo...

Estas son realmente las formas de hacer que  hay que visibilizar y potenciar, donde el control de lo usamos, gastamos, tiramos, necesitamos... no esté en manos de grandes empresas cuyo único fin es rentabilizar y obtener beneficios y que nunca van a tener ningún tipo de consideración por el entorno natural y humano.

Hay muchas experiencias donde participar, informarse, aprender, compartir... en cada ciudad, localidad y municipio, están ahí solo hay que encontrarlas. 

Buscad malditos, buscad! 

En la columna de la derecha podéis encontrar enlaces interesantes a formas diferentes de consumo, producción y distribución ya sea de alimentos, cultura, educación...


Esto es... otra forma es posible.

1 comentario:

  1. Y para variar y, una vez más, das totalmente en el clavo. Hay multitud de opciones fuera de los circuitos impuestos por las grandes corporaciones que están creciendo. Es un deber de tod@s hacer que, poco a poco, se vayan consolidando y formando parte, cada vez más, de la vida las personas, para así poder luchar contra el imperialismo económico del beneficio rápido que no asume las consecuencias humanas, culturales, ambientales o sociales.

    ¡Buscad, maldit@s, buscad!

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