martes, 17 de enero de 2012

Soberanía alimentaria con una mirada feminista.

Queremos conspirar, que no es más que unir inspiraciones...

Sentadas al calor de una tertulia politica más, algunas hemos puesto en común nuestras perspectivas y aspiraciones en torno a la soberanía alimentaria*. ¿que podemos aportar desde las experiencias feministas a los procesos de creación de propuestas concretas que garantizen la soberanía alimentaria?

Es en el año 1996 cuando el área de la mujer de Vía Campesina plantea diversas reivindicaciones que se acuñan en este nuevo término cuyos fundamentos básicos son: anticapitalismo y antipatriarcado.

No es de extrañar entonces que estas nuevas formas de pensamiento y organización surjan desde las voces de las mujeres que siempre han estado relegadas a un segundo plano en las cuestiones de participación política, a pesar de ser las grandes afectadas en las desigualdades existentes.

Algunos datos: 

A pesar de ser el 80% de las mujeres las que trabajan la tierra, solo el 1% es propietaria de la misma.

En el estado español una trabajadora del campo sigue ganando entre un 30-40% menos que el hombre.

Las grandes superficies comerciales copan la producción y distribución de los productos alimenticios, llegando a controlar en el caso de España el 40% solo entre Carrefour y Mercadona.

Las mujeres siguen al frente de los trabajos productivos-reproductivos y comunitarios. Con la introducción en el mercado laboral también se ha incrementado su jornada, llegando a ser en muchas ocasiones triple (hogar-trabajo-cuidados).

Igual que la mujer ha sido subordinada al  hombre, la naturaleza ha corrido la misma suerte. En vez de adaptarnos a nuestro entorno, adaptamos el entorno a nosotros, a nuestros caprichos, deseos, necesidades, exigencias... sin pensar en la sostenibilidad del medio ambiente, de los ecosistemas y de la vida misma, basándonos en un sistema que funciona como si los recursos fuesen infinitos y que ha acabado mercantilizando todo, incluso y sobretodo la alimentación.

Alimentación ¿derecho o mercancia?

Cuando los derechos pasan a ser un producto y se privatizan sus usos, perdemos soberanía, cuando hablamos del derecho a la alimentación, lo que perdemos es soberanía alimentaria.

El actual modelo agroindustrial nos ataca en todos los frentes (sur-norte / campo-ciudad / productor-consumidor).

¿Qué podemos hacer desde los diferentes ámbitos? inmigración, derechos indígenas, defensa del territorio, consumo responsable, canales cortos de comercialización, saberes tradicionales, recuperación de semillas, cuidados...

Son muchos ejes pero desde los diferentes feminismos queremos tratar de dar una visión más integral, transversal y global a las posibles respuestas.

Es importante también combinar las diferentes "especializaciones" en las luchas y llevar a nuestras agendas, temáticas que nos pueden ofrecer una nueva perspectiva de análisis a las fracturas que padece el actual mundo que habitamos. La soberanía alimentaria nos ayuda a realizar profundas reflexiones que trastocan muchos ámbitos.

Este mundo sin nosotras las mujeres no avanza. Es hora de que nos convirtamos en Aliadas por la Soberanía Alimentaria.


Esto es... nuevas formas de lucha necesarias.

La Soberanía Alimentaria, en pocas palabras, consiste en garantizar que los pueblos decidan sus políticas de producción agrícolas y ganaderas, la recuperación de la dimensión local de los mercados y la exclusión de los alimentos de la especulación internacional. Propuestas que surgen de organizaciones mundiales campesinas que reclaman mantenerse al margen de los designios del capital. (Concepto y propuestas promovidas desde el movimiento mundial La Vía Campesina con 300 millones de familias asociadas).

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